¿Acaso existe alguien que no suspire y sonría ante el aroma de las rosas? Lenguaje universal de belleza y emoción, esta flor ha sido usada en perfumería durante siglos. Rica en matices que van desde lo dulce y empolvado hasta lo fresco y especiado, las rosas siguen protagonizando las fragancias más deseadas. generación tras generación.
C ómo olvidar aquel exquisito aroma a rosa empolvada con el que mi madre anunciaba su llegada a cualquier lugar. Yo era una niña, y en aquella deliciosa sinfonía floral de violeta, azucena y jazmín, lograba identificar las notas predominantes de rosa que definían Paris de Yves Saint Laurent, uno de sus perfumes favoritos
¡Amaba ese aroma! No necesitaba conocer de notas ni de pirámides olfativas para entender que las rosas aportaban ese toque femenino, aterciopelado y sutil que convertía esa fragancia en el pase directo a un viaje sensorial a la ciudad del amor.
Al pasar el tiempo, y aumentar mi interés por las fragancias, aprendí que las rosas son en realidad piedra angular de la perfumería y su uso se remonta a civilizaciones antiguas, que las veneraban por su belleza y propiedades terapéuticas.
Según historiadores, los sumerios, una de las primeras civilizaciones conocidas, cultivaban rosas ya en el año 2500 a.C. Los antiguos egipcios, famosos por su obsesión por la belleza, incorporaron pétalos de rosa en sus rituales, utilizándolos en cosméticos y también en perfumes, ya que creían que tenían poderes afrodisíacos.Mientras, los griegos, asociaban la rosa con Afrodita, la diosa del amor y los romanos la utilizaban para sus baños, postres o incluso para elaborar pociones de amor.
Durante el Renacimiento, la nobleza europea reavivó su uso en la perfumería, y gracias a la destilación se logró extraer su esencia más pura. En el siglo XIX, la perfumería moderna exploró nuevos ingredientes, pero la rosa permaneció como símbolo atemporal de feminidad y romance.
Aunque la mayoría sentimos especial fascinación por esta flor, lo cierto es que las que conocemos usualmente, y que se cultivan fines ornamentales, no son precisamente las que encontramos en nuestra esencia favorita. Y es que a pesar que existen más de 30 mil variedades de rosas a lo largo y ancho del mundo, muy pocas de ellas son utilizadas en perfumería. Es un grupo muy reducido y exclusivo el que se utiliza para la elaboración de perfumes. ¡Se necesitan al menos 3,500 pétalos de rosas para conseguir un kilo de aceite esencial! Lo que la convierte en un ingrediente precioso y exclusivo.
Las más buscadas Algunas de las especies más cotizadas son la rosa de Bulgaria, también conocida como rosa Damascena, famosa por su fragancia rica y compleja. Su recolección es un proceso laborioso. Las flores se cosechan a mano en las primeras horas de la mañana, cuando su fragancia está en su punto más alto. Su aceite esencial se extrae a través de la destilación al vapor, produciendo un aroma profundo y aterciopelado, con matices especiados y ligeramente frutales.
La rosa Turca, que se cultiva principalmente en las regiones de Anatolia en Turquía, es altamente apreciada por su fragancia intensa y duradera. Por su parte, la rosa de Grasse, también conocida como centifolia o rosa de Mayo, se cultiva principalmente en la región de Grasse, en el sur de Francia, y se distingue por sus flores densas y fragantes, que emanan un aroma dulce, ligeramente picante y con un toque de miel.
La centifolia es cosechada durante el mes de mayo y su aceite es una de las esencias más ricas y complejas utilizadas en perfumería, añadiendo profundidad y sofisticación. Mientras, la rosa de Marruecos, que se cultiva en la región de El-Kelaa M'Gouna, es muy valorada por su aroma opulento, cálido y sensual.
Esta rosa se cosecha y se procesa de manera similar a las centifolias, con la extracción del absoluto mediante solventes volátiles. La fragancia resultante es rica y sensual, con una calidez que recuerda a las especias exóticas.
Rosas para todas Es fácil entender esa fascinación colectiva por el aroma de rosas, que está comprobado, genera una sensación inmediata de frescura, dulzura y luminosidad… ¡La felicidad de un verano eterno! Te preguntarás si las notas de rosa son para todas. En realidad, es cuestión de gustos, si te agradan, son para ti. Es un aroma sin edad ni tiempo, seduce a todos por igual.
Parte de su magia reside en su poder de asociarse con emociones positivas, de ahí que es muy usada en productos destinados a reducir el estrés, la ansiedad, el insomnio y la depresión. Independientemente de las notas con que se combinen, las principales características de una fragancia con rosas son sus matices afrutados y empolvados, así como su carácter herbáceo y en ocasiones amaderado.
Las fragancias con aroma a rosas nunca pasan de moda. Temporada tras temporada, esta nota sigue siendo la protagonista de fragancias icónicas que enamoran al primer aliento. Quizá por eso, cada vez que percibo su aroma, regreso por un instante a aquel recuerdo de mi madre, rodeada de una nube invisible de rosas, que convertía cualquier lugar en un jardín eterno.
Seductoras y femeninas, aquí algunos perfumes con notas de rosas, capaces de evocar emociones profundas, despertar recuerdos y conectar con lo más íntimo de nuestra memoria olfativa.
Para las que aman los perfumes atemporales. La Vie Est Belle Rose Extraordinaire Eau de Parfum de Lancôme, una seductora sinergia de tres rosas diferentes, unidas para crear la fragancia perfecta. Las notas casi vegetales de la rosa Damascena se mezclan con las notas ricas y sensuales del absoluto de rosa. Esta unión es revelada por la extraordinaria luz y mineralidad de la rosa espacial: una fragancia atemporal e irresistible. Olympéa Blossom Eau de Parfum de Paco Rabanne es como un soplo pimentado de rosas frescas que se entremezcla con un chispeante sorbete de grosella negra. Como contrapunto a este despliegue floral, surgen unas notas especiadas y la redondez de una pera escarchada.
Para las power girls, modernas y atrevidas. Irresistible Rose Velvet Eau de Parfum de Givenchy, una adicción floral que envuelve la aterciopelada rosa de Turquía en el delicado pachulí blanco de Indonesia. Un perfume femenino, cautivadoramente voluptuoso, que encarna la gracia empoderada. Idole Nectar Eau de Parfum de Lancôme, con notas de rosa de Isparta junto con esencia de rosa centifolia de Grasse, agua y absoluto de rosas, envueltas en un adictivo acorde de palomitas acarameladas. Una nueva versión deliciosa y apetitosa impregnada de modernidad. 212 VIP Rosé Elixir de Carolina Herrera es una declaración de alegría, libertad y feminidad, un elixir que te invita a celebrar la belleza de ser tú misma. Esta fragancia ultrafemenina tiene una base floral y afrutada con notas de corazón de embriagadora rosa y flor de melocotón.
Flowerbomb Extreme Eau de Parfum Intense de Viktor & Rolf, una fragancia que lleva el bouquet floral a nuevas alturas. Su corazón de rosa Centifolia, jazmín sambac y orquídea se intensifica con notas de fresia, mientras las notas de fondo de ámbar, vainilla y almizcle aportan una sensualidad inolvidable.
