No se trata de un gasto superficial o impulso de shopaholic, cuando compras cremas y tratamientos beauty inviertes en algo tan importante como la salud y el cuidado de tu piel. ¡Vale la pena!
Recuerdo muy bien la sensación que experimenté cuando recibí el primer pago en mi primer empleo. Estaba feliz, me lo gané con mucho trabajo y merecía celebrarlo. Tenía 22 años y aquel cheque (faltaban unos cuantos años para la banca electrónica) representaba la oportunidad de comprar algo con mi propio esfuerzo.
¿Ropa? No, tenía suficiente. ¿Accesorios? Tampoco, mi madre siempre se preocupaba por comprarnos suficientes en sus viajes. Vivir en casa con mis padres me daba el privilegio de tener a mano todo lo necesario pero yo quería comprarme algo para disfrutar y que simbolizara la etapa de independencia que había comenzado.
Y de repente ahí estaba, sonriente frente a los relucientes stands, muy clara con lo que deseaba: una crema hidratante para prevenir y a combatir los primeros signos de la edad, “este es el momento de empezar”, pensé.
Había mucho de donde elegir en esa perfumería que había visitado muchas veces con mi mamá, pero yo sabía lo que quería, lo había visto muchas veces en la publicidad: Primordiale, una crema suntuosa y humectante de Lancôme que se convirtió en mi primera inversión. Sí, así como lo lees, cuando compramos un producto de belleza no lo hacemos como un gesto superficial o vanidoso, proteger la piel es también una necesidad.
Recuerdo que estaba totalmente satisfecha con mi compra, la primera de muchísimas otras destinadas al confort, protección y cuidado de la piel, el órgano más grande que poseemos, el que permanece expuesto a los radicales libres, el primer escudo que tenemos ante el exterior.
El tiempo pasó, llegó el matrimonio, nuevos empleos, hijos y muchas otras responsabilidades más, pero el hábito permanece, en la shopping list siempre hay espacio para las cremas para el rostro, -cada vez más innovadoras-, las que también son mis favoritas para regalar y hacer sentir especial a alguien, especialmente a la que me enseñó a usarlas: mi mamá.
Estos días en los que estás a punto de recibir el beneficio del decimocuarto salario como se conoce en nuestro país, es buen momento para comprar skincare, fragancias o incluso maquillaje. No dudo que tengas una larga lista de cosas en mente, pero asegúrate de incluir más de algún producto destinado al propósito de cuidar tu piel externamente.
Sí crees que exagero y no lo consideras una necesidad, repasamos algunas razones por las que vale la pena invertir en tratamientos beauty, esta y cualquier temporada.
1. Nutres la piel. Con los productos correctos y de calidad, la piel se mantiene hidratada y saludable. Además de alimentarte con los nutrientes necesarios, necesitas aplicar productos cosméticos destinados a humectarla, protegerla y mejorar su apariencia.
2. La proteges. El nivel de protección de la piel proporcionado por los productos de belleza es otro factor que define su importancia. El uso de bloqueadores o tratamientos con FPS adecuado garantiza que tu piel no se verá afectada negativamente por factores ambientales como la contaminación y los rayos UV. Invierte siempre en los mejores productos, recuerda que los de menos calidad podrían no cumplir con estándares requeridos y ser peligrosos para la salud.
3. La mantienes saludable. Nuestra piel se renueva constantemente a lo largo del día, mientras células nuevas ascienden, las más maduras mueren y caen. Entre 30 mil y 40 mil células inertes se desprenden cada minuto del día en forma de escamillas, por lo que debemos cuidarla para que ese proceso se realice correctamente. Una buena rutina y el uso de tratamientos adecuados puede entre otras cosas, ayudar a prevenir el acné, reducir las arrugas y hacer que tu piel se mantenga saludable.
4. Luces más joven. Con la edad, las células de la piel se regeneran más lentamente, lo que provoca opacidad y falta de luminosidad. Es entonces cuando entran en juego productos como los exfoliantes, que promueven la producción de células más nuevas y jóvenes. Lo mismo sucede con tratamientos con innovadoras fórmulas que al aplicarse constantemente pueden revertir los signos del envejecimiento, atenuar manchas y rellenar arrugas, entre otros.
5. Mejora tu autoestima. Se ha demostrado que el uso de productos para el cuidado de la piel y tomarse el tiempo para lucir bien es terapéutico, particularmente en el agitado mundo en el que vivimos. Algunos lo consideran un aspecto esencial del cuidado personal mientras otros recalcan que su uso frecuente y sus resultados aumentan la autoestima.