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¿Original o copia? Claves para no caer en la trampa de los perfumes falsos

 

 

 

 

 

 

La falsificación de perfumes es un negocio que amenaza a la industria de la belleza. Repasamos los puntos clave para aprender a identificar imitaciones y te decimos por qué representan un riesgo para el consumidor.

Es común en todas partes: desde la oficina, donde todos conocemos al típico compañero que ofrece fragancias “a mitad de precio”; en alguna tienda conceptual, donde encontramos con sorpresa uno de nuestros frascos favoritos de perfume francés; en redes sociales, donde se anuncian sospechosas “ofertas” de la última creación de una reconocida firma beauty; hasta en pequeños quioscos o lugares inusuales donde no esperarías ver la caja de tu esencia favorita. La venta de perfumes falsos se realiza en todas partes, sin excepción.

Sabemos que el mercado de la perfumería de lujo mueve miles de millones de dólares cada año, por lo que no es de extrañar que los falsificadores intenten aprovechar esta demanda con productos que, en muchos casos, podrían confundir incluso a un comprador experto.

Aunque después de tantos años de usar fragancias creas que es imposible caer en un engaño, lo cierto es que detectar un perfume falso requiere atención a detalles que muchas veces pasan desapercibidos, pero que son clave para garantizar autenticidad y seguridad.

La piratería en perfumería es un negocio global en el que no existe control de calidad ni regulación sanitaria. Aunque se pueden lograr imitaciones casi exactas, si te fijas con atención encontrarás pistas que los delatan. ¿Cuáles son? Las repasamos a continuación.

Empaque y detalles de impresión

Cuando compramos en una perfumería de prestigio no solemos detenernos demasiado en los detalles —sabemos que no es necesario—; sin embargo, cuando se trata de compras casuales en lugares no habituales, es importante examinar bien el empaque.

Lo primero: verifica la caja. Las marcas originales suelen usar cartón de alta calidad y el sellado es perfecto. Los bordes deben estar bien alineados y el celofán, tenso.

A continuación, revisa la tipografía y el logotipo. Errores casi imperceptibles en el nombre de la marca, letras borrosas o colores apagados son señales de alerta. Los empaques de perfumes auténticos incluyen número de lote y código de barras: revísalos y asegúrate de que estén ubicados en la parte inferior de la caja, claramente legibles. Otro detalle a validar es la inclusión de un timbre o sello que confirme que el producto ha cumplido con todos los requisitos para su ingreso a nuestro país.

Frasco y atomizador

Cuando dudes de la procedencia de un perfume, pide ver el frasco. Su diseño artístico es inconfundible: debe tener peso y el cristal debe lucir liso, sin burbujas ni imperfecciones. El líquido debe ser uniforme, claro y sin sedimentos, con tonalidades que van de pálidas a intensas. El tapón debe encajar de forma firme y precisa, y el atomizador debe rociar la fragancia en una fina bruma; si el espray es irregular, podría tratarse de una réplica.

Aroma y duración

Esta es la manera definitiva de comprobar la autenticidad. Si se trata de tu fragancia favorita, bastan segundos para identificar cualquier diferencia en el aroma, por sutil que sea. Los perfumes originales están elaborados con ingredientes de alta calidad: sus notas de salida impactan de inmediato, seguidas por las notas medias y de fondo, que perduran por más tiempo. Si no estás muy familiarizada con el perfume, aplica un poco en la piel y deja evolucionar el aroma unos minutos. Si desaparece rápidamente o percibes notas “alcoholadas” o sintéticas, es muy probable que no sea auténtico.

El precio sí importa

Cuando la etiqueta de una fragancia anuncia un precio sospechosamente bajo, lo más seguro es que no se trate de un producto original. Los perfumes de alta gama tienen un costo justificado si consideramos la calidad y exclusividad de sus ingredientes naturales, el complejo proceso de investigación y producción, el diseño del frasco y empaque, la estrategia de marketing, la distribución global y el prestigio de las marcas de lujo. Si el precio parece demasiado bueno para ser cierto, probablemente estés frente a un producto falsificado.

Si aún tienes dudas sobre la calidad del perfume, pero decides comprarlo, toma en cuenta que una fragancia falsa podría implicar riesgos para la salud, ya que puede contener sustancias no aprobadas para su uso.

Estos ingredientes, como el alcohol de mala calidad o fragancias sintéticas, pueden causar enrojecimiento, picazón o dermatitis. Además, podrían desencadenar reacciones tóxicas o, en casos extremos, provocar problemas respiratorios o manchas en la piel.

Para evitar riesgos, lo mejor es adquirir tus productos en tiendas oficiales o distribuidores autorizados, la mejor garantía de la calidad de tu fragancia.

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